CON
OTRA MIRADA SE VE OTRA REALIDAD
Segura,
Garcia, Irene
Asesora del ambito de Educación Infantil del CEFIRE de Valencia.
Maestra de Educación Infantil
CEFIRE de Valencia/CEIP Federico Garcia Lorca
No
siempre acertamos, o mejor dicho, no siempre emitimos juicios reales.
Conviene no alarmarnos y no etiquetar antes de tiempo para así poder
ofrecerle a nuestro alumnado las mejores herramientas de las que
dispone la escuela. Intentemos mantener la calma a pesar de ser
difícil y sobretodo aprendamos a no mezclar nuestros miedos, egos
o circunstancias con las del alumno/a. Con otra mirada se ve otra
realidad, y de esta manera podremos actuar con conciencia,
conscinencia, congruencia
Palabras clave:
persona;inclusión;ser;alumno.
“Sólo sé que no sé nada”
Aquí Sócrates no está diciendo que no sabe nada,sino que nos hace
ver que nada se puede ver con total certeza, incluso los casos de
los que uno está seguro.
Como maestros/as, pegadogos/as, psicólogos/as, orientadores,
maestros de AL,Pt,...debemos de tener muy claro este concepto.
Sócrates fue hace mucho tiempo un gran innovador. Para él, el
pilar de la Educación era el conocimiento personal, el de uno mismo
y de ahí luego viene el conocimiento del mundo que rodea al pupilo
o a la persona.
Su enseñanza ya era mediadora. En aquellos tiempos ya existía la
mediación educativa, pero se hacía de otra manera. Se basaban en
el diálogo, como hoy en día, pero no entiendo bien que ha pasado de
entonces a ahora.
En estos últimos diez años estoy cada día escuchando los
términos de “Mediación”, “Inclusión”, “acoso”....Están
tomando mucha importancia dado que no educamos al ser, a la persona,
al alumno. Educamos en general para 30 alumnos sin distinguir bien
quien es quien o qué quiere cada no, lo cual también soy consciente
de la dificultosa tarea que es, pues estar al frente de 25 niños/as
de infantil es muy complicado y digno de valientes, pero,tal vez,
esos términos que están cogiendo tanta importancia por esta
sociedad tan deshumanizada, egocéntrica e intelectual, no debieran
de haberse dejado nunca.
Sócrates Intentaba enseñar verdades. Intentaba sacar al pupilo de
su zona de confort para así sacarlo de su ignorancia. Invitaba y
enseñaba a reflexionar sobre las cosas, para que así cada persona
pudiera encontrar su camino o verdad, que no es la de toda la clase,
la de sus padres o la de la comunidad educativa. No daba pan a los
que no tenían que comer,sino que les enseñaba a hacer pan.
¿Y si todos pensamos que lo que estamos haciendo es bueno para el
niño y en realidad es todo lo contrario?.¿Y si entre todos estamos
excluyendo al alumnado en ved de incluirlo?
Los alumnos de educación infantil aún no tienen afianzadas las
destrezas o habilidades,así como que tampoco dejan entrever sus
talentos o competencias.Suele ser frecuente que los maestros nos
alarmemos al ver una situación que podemos etiquetar de diferente o
anormal para la edad en la que se encuentra el alumno/a, o tal vez,
nos alarme ver que hay un alumno que nos descompone nuestra propia
armonía como docentes.Tras pasar la primera reunión con los padres
y ver los maestros su nivel actual de competencias significativas,
solemos emitir un primer juicio y con este alertamos a la logopeda,
maestra de PT o a la psicóloga del Centro, y sobretodo a nosotros
mismos, pues ese alumno enseguida es etiquetado por nosotros mismos,
los maestros, ya que nos desorienta, nos inquieta y sobretodo nos
saca de nuestra zona de confort. Los demás miembros de la comunidad
educativa a su vez empiezan a emitir sus propios juicios y, entramos
así, en un bucle donde cada uno etiqueta al alumno de una manera,
diciendo lo que creen que es necesario para este.
El pobre alumno de tres, cuatro o cinco años,puede llegar a no
entender porque le sacan del aula y le someten a preguntas o a
pruebas. Puede también llegar a sentirse infravalorado o excluido
dentro de su grupo clase. Puede llegar incluso a no afianzar bien
las tres áreas en las que se basa el Decreto de la Educación
Infantil : Medio físico y social, identidad y autonomía personal y
los lenguajes: Comunicación y representación puesto que le sacamos
de su medio, le rompemos sin querer su identidad y muchas veces le
prohibimos que hable tanto en el aula, o si por el contrario aún no
pronuncia bien, ya le estamos adoctrinando sobre cómo debe de
hablar un alumno de tan pequeña edad.
No estoy queriendo decir que cada uno de los profesionales que
tratamos con los alumnos lo estemos haciendo mal.Una detección
precoz y a tiempo puede salvar de futuros problemas,pero, tal vez
debiéramos dejar a un lado nuestro ego y nuestra buena carrera
profesional para sentarnos a observar a ese alumno de otra manera, es
decir, a mirarlo internamente. Estamos ignorando la educación del
ser. Ya lo decía Sócrates con su método de Educación “solo
se que no se nada”.
Qué tenga unas conductas o tenga otras no implica que el niño vaya
a ser diferente o vaya a tener hiperactividad, autismo, trastornos
del lenguaje,...Simplemente pueda significar que niño/a tiene una
inmadurez madurativa o posiblemente pueda significar que no esté
pasando un buen momento o tal vez que no interese lo más mínimo
aquello que estamos explicando.
Como bien dice Pablo D'Ors en su libro “Biografía del
silencio”(pág 13), la pura
observación ya es transformadora.Observemos pues a nuestro alumnado
como bien dice Cesar Bona
con las gafas del maestro.
Si nos adentramos a ver ese océano de nuestro alumno/a, justo en ese
momento donde nos alarmamos, observaremos que hay un mar revuelto
donde no podemos ver más que el pánico de un mar embrabecido por
nuestros miedos propios y las conductas del alumno, pero si
esperamos, si observamos, nos daremos cuenta que ese océano del
alumno tiene peces de colores, una fauna interior que no habíamos
podido descubrir porque ni él,ni nosotros mismos estábamos en
calma.
El problema reside en que a muchos de nosotros, por defecto
profesional, no solemos ver los peces, o no nos basta con ver esos
peces preciosos y diferentes que hay bajo de su océano. No queremos
ver simplemente agua, preferimos las olas embrabecidas, ya que nos
hacen ver que hacemos bien nuestro trabajo con el niño/a, pero lo
cierto es que eso no es hacer bien nuestro trabajo y eso no fomenta
la inclusión en la escuela ni tan siquiera en la sociedad. Ese
alumno en oleaje, nos da la sensación de vida, aunque nos quejemos
de ella, pero la realidad es que no es vida, es vivacidad.
El pupilo estará incluido cuando nosotros empecemos a dejar de
construir castillos en el aire sobre su personalidad, inteligencia,
relaciones personales, comportamientos.
Al igual que un niño aprende a montar en bicicleta, logra aprender
cuando se sumerge de pleno en esa actividad y vé que los adultos que
le rodean confían en él, y se cae al suelo cuando se para a pensar
si lo está haciendo bien o mal, así hemos de dejar que nuestros
alumnos se expresen, para que puedan exteriorizar sus fortalezas y
debilidades en la vida.
La única realidad es que hoy es hoy, que ese niño infantil aún es
pequeño para tan precoces etiquetas por parte de nosotros los
adultos. El mañana es incierto, es futuro, no lo sabemos. Iremos
actuando poco a poco para que se cimienten bien sus inteligencias,
talentos y competencias, pero lo haremos en la medida que ese futuro
sea un presente y una evidencia y siempre sin interponer nuestros
propios egos al infantil.
De esta manera y solo así, habrá a mis humildes ojos de maestra de
Educación Infantil una inclusión no solo en la escuela sino en la
sociedad para la que éstos ya están empezando a vivirla con una
mirada inquieta o diferente a la nuestra.
El equilibrio para hacer bien nuestro trabajo, la resolución a
muchos de los problemas que nos podemos encontrar en el aula, es bien
sencilla de decir, pero difícil de hacer. No alarmarnos, no
enjuiciarles, mantener la calma y aprender a ver con otra mirada,
pues solo así, y puede que ni tan siquiera así, podamos ver otra
realidad que no es la nuestra Como bien me dice una compañera,
primero va el uno, luego el dos, luego el tres. Estemos ahí a su
lado y solo así iremos construyendo su camino para ayudarle y no
ponerle un traje sin saber si es de su talla.
Referencias bibliográficas
- d' Ors,P. (2015)Biografía del silencio.Madrid. Ediciones Siruela.
- Bona, C. (2015). Jornada EDUSIONA'T. Valencia. La Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, a través de la Dirección General de Política Educativa.Palau de les Arts Reina Sofía de València.
- https://es.wikipedia.org/wiki/Sólo_sé_que_no_sé_nada
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