martes, 9 de febrero de 2016

Con otra mirada, se ve otra realidad.

CON OTRA MIRADA SE VE OTRA REALIDAD

Segura, Garcia, Irene
Asesora del ambito de Educación Infantil del CEFIRE de Valencia.
Maestra de Educación Infantil
CEFIRE de Valencia/CEIP Federico Garcia Lorca


Resumen

No siempre acertamos, o mejor dicho, no siempre emitimos juicios reales. Conviene no alarmarnos y no etiquetar antes de tiempo para así poder ofrecerle a nuestro alumnado las mejores herramientas de las que dispone la escuela. Intentemos mantener la calma a pesar de ser difícil y sobretodo aprendamos a no mezclar nuestros miedos, egos o circunstancias con las del alumno/a. Con otra mirada se ve otra realidad, y de esta manera podremos actuar con conciencia, conscinencia, congruencia

Palabras clave: persona;inclusión;ser;alumno.

Sólo sé que no sé nada”
Aquí Sócrates no está diciendo que no sabe nada,sino que nos hace ver que nada se puede ver con total certeza, incluso los casos de los que uno está seguro.

Como maestros/as, pegadogos/as, psicólogos/as, orientadores, maestros de AL,Pt,...debemos de tener muy claro este concepto.

Sócrates fue hace mucho tiempo un gran innovador. Para él, el pilar de la Educación era el conocimiento personal, el de uno mismo y de ahí luego viene el conocimiento del mundo que rodea al pupilo o a la persona.

Su enseñanza ya era mediadora. En aquellos tiempos ya existía la mediación educativa, pero se hacía de otra manera. Se basaban en el diálogo, como hoy en día, pero no entiendo bien que ha pasado de entonces a ahora.

En estos últimos diez años estoy cada día escuchando los términos de “Mediación”, “Inclusión”, “acoso”....Están tomando mucha importancia dado que no educamos al ser, a la persona, al alumno. Educamos en general para 30 alumnos sin distinguir bien quien es quien o qué quiere cada no, lo cual también soy consciente de la dificultosa tarea que es, pues estar al frente de 25 niños/as de infantil es muy complicado y digno de valientes, pero,tal vez, esos términos que están cogiendo tanta importancia por esta sociedad tan deshumanizada, egocéntrica e intelectual, no debieran de haberse dejado nunca.

Sócrates Intentaba enseñar verdades. Intentaba sacar al pupilo de su zona de confort para así sacarlo de su ignorancia. Invitaba y enseñaba a reflexionar sobre las cosas, para que así cada persona pudiera encontrar su camino o verdad, que no es la de toda la clase, la de sus padres o la de la comunidad educativa. No daba pan a los que no tenían que comer,sino que les enseñaba a hacer pan.

¿Y si todos pensamos que lo que estamos haciendo es bueno para el niño y en realidad es todo lo contrario?.¿Y si entre todos estamos excluyendo al alumnado en ved de incluirlo?

Los alumnos de educación infantil aún no tienen afianzadas las destrezas o habilidades,así como que tampoco dejan entrever sus talentos o competencias.Suele ser frecuente que los maestros nos alarmemos al ver una situación que podemos etiquetar de diferente o anormal para la edad en la que se encuentra el alumno/a, o tal vez, nos alarme ver que hay un alumno que nos descompone nuestra propia armonía como docentes.Tras pasar la primera reunión con los padres y ver los maestros su nivel actual de competencias significativas, solemos emitir un primer juicio y con este alertamos a la logopeda, maestra de PT o a la psicóloga del Centro, y sobretodo a nosotros mismos, pues ese alumno enseguida es etiquetado por nosotros mismos, los maestros, ya que nos desorienta, nos inquieta y sobretodo nos saca de nuestra zona de confort. Los demás miembros de la comunidad educativa a su vez empiezan a emitir sus propios juicios y, entramos así, en un bucle donde cada uno etiqueta al alumno de una manera, diciendo lo que creen que es necesario para este.

El pobre alumno de tres, cuatro o cinco años,puede llegar a no entender porque le sacan del aula y le someten a preguntas o a pruebas. Puede también llegar a sentirse infravalorado o excluido dentro de su grupo clase. Puede llegar incluso a no afianzar bien las tres áreas en las que se basa el Decreto de la Educación Infantil : Medio físico y social, identidad y autonomía personal y los lenguajes: Comunicación y representación puesto que le sacamos de su medio, le rompemos sin querer su identidad y muchas veces le prohibimos que hable tanto en el aula, o si por el contrario aún no pronuncia bien, ya le estamos adoctrinando sobre cómo debe de hablar un alumno de tan pequeña edad.

No estoy queriendo decir que cada uno de los profesionales que tratamos con los alumnos lo estemos haciendo mal.Una detección precoz y a tiempo puede salvar de futuros problemas,pero, tal vez debiéramos dejar a un lado nuestro ego y nuestra buena carrera profesional para sentarnos a observar a ese alumno de otra manera, es decir, a mirarlo internamente. Estamos ignorando la educación del ser. Ya lo decía Sócrates con su método de Educación “solo se que no se nada”.

Qué tenga unas conductas o tenga otras no implica que el niño vaya a ser diferente o vaya a tener hiperactividad, autismo, trastornos del lenguaje,...Simplemente pueda significar que niño/a tiene una inmadurez madurativa o posiblemente pueda significar que no esté pasando un buen momento o tal vez que no interese lo más mínimo aquello que estamos explicando.

Como bien dice Pablo D'Ors en su libro “Biografía del silencio”(pág 13), la pura observación ya es transformadora.Observemos pues a nuestro alumnado como bien dice Cesar Bona con las gafas del maestro.

Si nos adentramos a ver ese océano de nuestro alumno/a, justo en ese momento donde nos alarmamos, observaremos que hay un mar revuelto donde no podemos ver más que el pánico de un mar embrabecido por nuestros miedos propios y las conductas del alumno, pero si esperamos, si observamos, nos daremos cuenta que ese océano del alumno tiene peces de colores, una fauna interior que no habíamos podido descubrir porque ni él,ni nosotros mismos estábamos en calma.
El problema reside en que a muchos de nosotros, por defecto profesional, no solemos ver los peces, o no nos basta con ver esos peces preciosos y diferentes que hay bajo de su océano. No queremos ver simplemente agua, preferimos las olas embrabecidas, ya que nos hacen ver que hacemos bien nuestro trabajo con el niño/a, pero lo cierto es que eso no es hacer bien nuestro trabajo y eso no fomenta la inclusión en la escuela ni tan siquiera en la sociedad. Ese alumno en oleaje, nos da la sensación de vida, aunque nos quejemos de ella, pero la realidad es que no es vida, es vivacidad.

El pupilo estará incluido cuando nosotros empecemos a dejar de construir castillos en el aire sobre su personalidad, inteligencia, relaciones personales, comportamientos.

Al igual que un niño aprende a montar en bicicleta, logra aprender cuando se sumerge de pleno en esa actividad y vé que los adultos que le rodean confían en él, y se cae al suelo cuando se para a pensar si lo está haciendo bien o mal, así hemos de dejar que nuestros alumnos se expresen, para que puedan exteriorizar sus fortalezas y debilidades en la vida.

La única realidad es que hoy es hoy, que ese niño infantil aún es pequeño para tan precoces etiquetas por parte de nosotros los adultos. El mañana es incierto, es futuro, no lo sabemos. Iremos actuando poco a poco para que se cimienten bien sus inteligencias, talentos y competencias, pero lo haremos en la medida que ese futuro sea un presente y una evidencia y siempre sin interponer nuestros propios egos al infantil.

De esta manera y solo así, habrá a mis humildes ojos de maestra de Educación Infantil una inclusión no solo en la escuela sino en la sociedad para la que éstos ya están empezando a vivirla con una mirada inquieta o diferente a la nuestra.
El equilibrio para hacer bien nuestro trabajo, la resolución a muchos de los problemas que nos podemos encontrar en el aula, es bien sencilla de decir, pero difícil de hacer. No alarmarnos, no enjuiciarles, mantener la calma y aprender a ver con otra mirada, pues solo así, y puede que ni tan siquiera así, podamos ver otra realidad que no es la nuestra Como bien me dice una compañera, primero va el uno, luego el dos, luego el tres. Estemos ahí a su lado y solo así iremos construyendo su camino para ayudarle y no ponerle un traje sin saber si es de su talla.


Referencias bibliográficas

  • d' Ors,P. (2015)Biografía del silencio.Madrid. Ediciones Siruela.
  • Bona, C. (2015). Jornada EDUSIONA'T. Valencia. La Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, a través de la Dirección General  de Política Educativa.Palau de les Arts Reina Sofía de València.
  • https://es.wikipedia.org/wiki/Sólo_sé_que_no_sé_nada





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