miércoles, 4 de febrero de 2015

LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN INFANTIL

No hay nada nuevo bajo el sol, pero cuantas cosas viejas hay que no conocemos”.

Ambrose Bierce



Algo está cambiando. 

El mundo cambia, la sociedad avanza demasiado rápido. Las culturas y valores se entremezclan, dando pequeñas pinceladas de lo que será, dentro de unos años, la nueva sociedad.
 Los móviles y sus aplicaciones pretenden desterrar al lápiz y al papel, cambiar las conversaciones orales por conversaciones realizadas por avatares, que bien pueden inventarse su realidad y hacérsela creer al otro. El contacto personal ya no es tan preciso, dado que estamos en la sociedad del “lo veo, lo quiero, ¡pero lo quiero ya!”. Juguetes, ropa, viajes, tablets, móviles,... Prácticamente ya nadie llama al teléfono fijo de casa. Si necesitamos hablar con alguien, se le manda un ”whats upp”. Aunque parece que no necesitamos tanto el contacto con las personas, y sin embargo, necesitamos más que nunca el sentirnos parte de un algo, sentirnos que estamos ahí.
Las metodologías educativas también están cambiando hacia un enfoque más intrapersonal. En estos últimos años parece que numerosos investigadores del sector de la educación: pedagogos, psicólogos, neurocientíficos y filósofos, han dado una vuelta de tuerca a sus publicaciones para acuñar nuevos términos metodológicos.
Se habla mucho del Mindfulness, del Couch Educativo, las Aulas Felices, el Aprendizaje Colaborativo de Joan Traver (2011), las Inteligencias Múltiples de Gardner (2003), el Aprendizaje-Servicio de Roser Batlle, la Educación Emocional de Goleman(1996), risoterapia de Carmen Vicente (2014), entre otras.
Tal vez, debamos de hacer un parón y sentarnos a sentir, pensar y de ahí a actuar.
Pero hay algo que no cambia, algo que permanece con el tiempo, algo que por mucha tecnología seguirá ahí, algo que de verdad importa: las personas.
Las personas son las que mueven el mundo, y toda persona empieza a serlo desde el momento que nace. Es decir, desde los cero años y, de cero a seis años, es el periodo que abarca la Educación Infantil. La etapa más maravillosa del mundo, donde comienzan a formarse los primeros cimientos de la vida.
La clase de Educación Infantil se adecua a las necesidades de la Educación Primaria. Lo bueno que esta ofrece debiera continuar en primaria. Así lo dice la pedagogía de Regio Emilia”.
El aula ha de ser variada, para que puedan hacer varias cosas a la vez, por eso el aula está dividida en rincones y talleres y de esta manera se viven experiencias personales y lúdico-prácticas donde el niño va aprendiendo a aprender.
La variedad y la riqueza de infantil es tan amplia y tan educacional que les enseña a los niños de 0 a 6 años a elegir, decidir a compartir, es decir les enseñan valores universales,otra de esas cosas que por mucho que pasen los años y por muchos contravalores que aparezcan, no desaparecen con los años y en gran medida eso viene dado por los maestros/as y sus familias.
En esta etapa, utilizamos mucho el dicho “un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio”.
El currículo de Educación Infantil está diseñado para todo lo que intrínsecamente está descrito en esa fase. Se trabaja mediante un trabajo autónomo y colaborativo, un aprendizaje a lo largo de la vida, ya que cada alumno, cada maestro, cada padre, cada experiencia, cada acto se interrelacionan para darle sentido a aquello que poco a poco le irá sucediendo, al niño/a, a lo largo de la vida.


En el Congreso Internacional sobre aprendizaje a lo largo de la vida, organizado por el país Vasco , donde se cuenta con la colaboración especial de Jacques Delors , se habla de la importancia de potenciar el desarrollo humano, capacitar al niño/a para el aprendizaje a lo largo de la vida, este tema impregna una gran parte de mi artículo.
Clave de todo este Decreto es la educación emocional “cuanto más abiertos estemos hacia nuestros sentimientos, mejor podremos leer el de los demás”(Daniel Goleman).
Terminaré este punto diciendo que la propia OMS (Organización Mundial de la Salud) crea un modelo biopsicosocial para proporcionar el bienestar personal, social, físico..y propone diez “habilidades para la vida” (OMS 1993), estas son: conocimiento de sí mismo, comunicación asertiva y/o afectiva, toma de decisiones, pensamiento creativo, manejo emocional y de sentimientos, empatía, relaciones interpersonales, solución de problemas y conflictos, pensamiento crítico y manejo del estrés.

Y todo esto se trabaja en la etapa de infantil, aprendiendo a conocer, a hacer, a convivir juntos y en definitiva a ser lo que ellos quieran ser.
En la Educación Infantil, se empieza a formar la personalidad del niño y de la niña, con lo que hay que atender a todas sus dimensiones: físicos, sociales, afectivos, motrices, estéticos....por medio de actividades y experiencias aplicadas con una buena educación emocional, en diversas situaciones comunitarias y con un tratamiento globalizador. O, lo que es lo mismo, comienzan a darse los primeros aprendizajes para vivir la vida.
También podemos retroceder en el pasado, o incluso hacer un demandado Erasmus + y acudir a la antigua Grecia para, de esta manera, poder comprender las sabias palabras de un gran filósofo llamado Platón que ya visionaba el futuro. Visionó hasta el siglo XXI cuando decía “el más importante y principal negocio público es la buena educación de la juventud”, pero también dijo otra cosa importante ”el cuerpo humano es el carruaje, el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento, sus riendas y los sentimiento, ¿Qué acaso Platón ya hacía Mindonienses?.
Muchas de esas nuevas metodologías provienen de siglos atrás y es que, por mucho que todo esté cambiando, todo es cíclico, es como la vida misma. Años atrás, se aprendía viviendo y, ahora todo queremos leerlo, comprobarlo científicamente, y hay cosas que son así y no tienen explicación. Ahora, con todas estas nuevas corrientes, ha habido un salto generacional a años atrás, donde el maestro vuelve a ser ese maestro que acompaña, guía, que sustenta y alienta.
La metodología de Educación Infantil, debiera de servir de referente en todos los modelos educativos, y es porque en ella se trabaja de una manera muy colaborativa, incluso desde antes que apareciera el término ”Aprendizaje Colaborativo”.
Se aprende pensando de forma creativa y desde la felicidad, término que por cierto acuña mucho ahora la neurociencia. Como bien dice Francisco Mora(2013) en su libro”neuroeducación”, ”Solo se puede enseñar a través de la alegría”.
La mente del niño empieza a imaginar, a crear su proyecto, a compartirlo, a reflejarlo, a construirlo y, a su vez, esto les vuelve a imaginar nuevos proyectos.
Este aprendizaje cíclico o, cómo diría un niño, con forma de círculo, es el primer cimiento para construir la sociedad, para la vida, para poder solventar sus futuros conflictos sean internos o externos.
Y es que, desde bien pequeños, en el aula de Educación Infantil, ellos mismos y sus compañeros, son sus propios “couch” de la vida.
Parece que, a pesar de todos los cambios y de todas las innovaciones en la educación, la Educación Infantil esté tan bien planteada, que prácticamente todo sigue igual. Sus tres áreas de conocimiento: Los lenguajes: comunicación y representación. Medio físico y social,.Identidad y autonomía personal, así lo dejan claro.
Se trabaja, como ya he mencionado, de una manera globalizada y contextualizada el yo interno del niño junto con el mundo que le rodea, preparándole y previniéndole para sus futuras adversidades.
Es en esta etapa donde se empieza a trabajar la resolución de conflictos y la convivencia entre iguales, donde se trabaja la superación de su egocentrismo infantil y se va perfilando el carácter y la personalidad del niño hacia su madurez psicoemocional.
Experimentando, jugando, manipulando, por medio de canciones, hábitos y rutinas, la lecto-escritura, la mágia, la lógico-matemática y también mediante las metodologías emergentes: tertulias dialógicas, grupos interactivos, midnfulness, aprendizaje cooperativo, aprendizaje servicio, mediación..., el niño y la niña van comprendiendo y aprendiendo aquello que le rodea convirtiéndolo, poco a poco, en una persona capacitada para sobrevivir y avanzar en las fases y momentos de la vida.
La Educación Infantil es muy de atención plena, de estar en “el aquí y el ahora”. En la Educación Infantil, el tiempo no cuenta, sí cuenta el proceso por el cual el niño y la niña llegan a su nivel óptimo de madurez. Es decir, es también inclusiva ya que en ella se trabaja, sin saberlo, desde hace ya mucho tiempo, todas estas metodologías novedosas como son el aprendizaje servicio, o la educación emocional, entre otras.
Por mucho que las cosas cambien, seguro que con el devenir de los años, la Educación Infantil seguirá siendo el primer punto de encuentro para esas “personitas” que, sin saberlo, elaboran sus propias tertulias dialógicas y elaboran su propia comunidad de aprendizaje y ejercen de couch educativo.
Nada es casual, el aprendizaje, al igual que la vida es un proceso cíclico.
Todas las elecciones de prácticas pedagógicas implican una concepción del aprendiz... sigue…¿porqué he de seguir?
Pues como dice Brunner (1987)la elección de pedagogía, inevitablemente, conlleva una concepción del proceso de aprendizaje y del aprendiz. La pedagogía nunca es inocente. Es un medio que lleva su propio mensaje” (p.83)
Y, aunque hemos de adaptarnos a los cambios que en la sociedad acontece,al menos yo así lo creo, si algo funciona, ¿para qué cambiarlo?

No hay comentarios :

Publicar un comentario