sábado, 23 de enero de 2016

Descubrir el Fatum de cada niño/a.
Irene Segura Garcia. Maestra de  Educación infantil, asesora del ámbito de Educación infantil en el CEFIRE de Valencia, buscadora del sentido propio de cada uno.



Todas las personas queremos alcanzar la felicidad o nuestro propio camino. Sabemos lo que significa ser feliz, pero no sabemos cómo alzancar esa felicidad. Si educamos al niño/a  para que encuentre su fatum, cuando sea adulto le será mucho más sencillo hacer suya la felicidad, que si le educamos en base a nuestros egos y creencias.Descubrir el fatum de cada niños/a
La palabra “Fatum”, viene de la mitología romana y significa la personificación del destino.
En la película de Disney “Brave”,vemos en diferentes momentos la aparición de un fuego fatuo. En la película, les da a entender a los niños/as que Brave ha de perseguir ese fatum, es decir su propio destino.
En la literatura popular, el fatuo adquiere un significado puramente metafórico, ya que describe una ilusión o meta que guía a alguien, pero que es imposible de alcanzar.
¿Cúal es el fatum de cada niño/a?. Cada uno de nosotros tenemos , sin lugar duda, un destino que se va formando por diferentes factores:La personalidad, la herencia(genética) y el medio que nos rodea, así como las pequeñas o grandes decisiones, que muchas veces sin darnos cuenta tomamos.
Desde el hecho de levantar la mano para coger un color, una pintura, un lápiz, a decidir con quien juegan en el patio, o decidir ir a clases de patinaje o ballet, entre otras. Pero, sin darnos cuenta, a lo largo del día los docentes, los padres y las personas que forman su círculo, con todo el amor del mundo y sin quererlo, les formamos, les coartamos y poco a poco vamos mermando y acorazando su personalidad, su carácter, su acción.
Desde pequeños, son adoctrinados por toda la comunidad educativa. Por ejemplo;
  • Que una familia sea creyente, no implica que el niño/a deba serlo, o a la inversa, pero por contra, ahí estamos, inculcándoles unos valores que tal  vez el niño/a no quiera hacerlos suyos, así.
  • Un alumno/a, con una no definida identidad de genero, si en su comunidad educativa le inculcan que debe  jugar a  juegos que le pertenecen a su rol,tendrá contrariada su propia identidad, e incluso manifieste sentimientos de amargura.
Es tarea complicada por parte de todos lo primero detenernos a pensar si estamos educando a el niño/a en base a su libertad de  elección y a modelar su fatuo o estamos dejando caer nuestro ego en ellos, es decir,si queremos que ellos sean una imagen más perfeccionada de nosotros mismos hay que tener cuidado, pues ahí reside el problema, ya que muchos niños/as copian a su maestro/a, a sus padres, a sus amigos para así, tener un sentimiento de pertenencia a alguien, para de esta forma obtener un cariño, un amor, que a la larga pueda volverse contra ellos mismos, con presentes o futuros sentimientos de rabia, ira, frustración, ansiedad, al ver que por más que intenten agradar o querer formar parte de  ese “clan”, jamás se van a sentir a gusto ni con ellos ni con ese ambiente.
Hay que dejar que cada pupilo encuentre su propio fatum o destino, sea este fin al maestro/a o no. Quitemosle al ñino/a de  las creencias de sus padres, amigos, maestros. Quitémosles los miedos que sin quererlo nosotros mismos le hemos metido, las normas muchas veces incongruentes que vienen dadas por nuestros temores o miedos.
¿Qué nos queda?. Nos queda el ser, la persona.
Toda  la comunidad educativa queremos que el infante se desarrolle de una manera integral.Pues comencemos desde bien pequeños a educar en ellos la curiosidad, la imaginación, la introspección. Escuchémosles y ayudémosles a fomentar su talento. Todos tenemos al menos uno.
Si un niño/a va mal en las matemáticas, pero, por contra disfruta con la informática, tal vez habría que recalcarle ese talento, para que aflore en vez de apuntarle a clases de matemáticas.Seguramente en un futuro lo agradecerá.
La comunidad educativa ha de ser para ellos como una ventana donde al abrirla se respira aire fresco. Hemos de enseñarles, a hacerles curiosos para que ellos poco a poco pinten su propio lienzo, escriban su libro personal o llenen su mochila mientras van por su camino.
Intentaremos no poner límites a su imaginación y creatividad. Muchas veces, los maestros damos pautas de cómo pintar, cómo jugar, …De tal manera que si un día no les decimos cómo han de hacerlo, no saben hacerlo.
Educar significa desarrollar las facultades intelectuales y morales de una persona, adoctrinar, dirigir. Por contra, enseñar significa comunicar conocimientos, ideas, habilidades de una persona que no las tiene.
Es mejor enseñar que educar, de esta manera no estaremos adoctrinando la personalidad de nuestro alumno o hijo.
El o ella, simplemente ha de acercarse y conocer el medio que le rodea y sus posibilidades, de este modo podrá y será quien tenga que ser.
Que encuentren su fatum como hacía la protagonista de la película Brave. hagamos que los niños/as sigan por ese camino, y no por el que nosotros queremos.
Quien encuentra  su fatum, simplemente sabrá que hacer, decir y pensar al unísono. Simplemente será feliz.




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